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martes, 10 de enero de 2006

twenty years


La verdad es que siempre hay cosas que te llegan a sorprender, algunas más que otras claro. Y es que nunca llegas a conocer a los que te rodean del todo, eso parece claro. Pero siempre, por una razón u otra, no dejas de confiar en ellos.. Y de repente me hago la pregunta sobre el sentido de la vida, ¿cúal es el sentido de Kang? Y diréis que por qué preguntarmelo. Evidentemente el hombre es un animal de fines, o algo de eso he leido hoy. Necesitamos imperiosamente darle un sentido a nuestras vidas, de otro modo nos sentimos vacíos, nos sentimos quizás menos personas o, mejor dicho, personas menos racionales. Ahí está el quid de la cuestión. Cuanto más racionales seamos con más ahínco buscaremos nuestro destino, con mayor fuerza nos pondremos fines los cuales alcanzar. Mientras que la irracionalidad nos lleva a ni siquiera saber que tenemos que realizarnos dentro de un proyecto vital con un fin programado, buscar la felicidad. Cuando somos pequeños e irracionales vivimos felices, pero eso sí, no lo sabemos. Una pena verdad? Nuestros fines nos lo imponen nuestra familia en primer lugar, tu lugar de nacimiento y residencia en segundo lugar, y la televisión en tercer lugar. El entorno familiar es el ejemplo viviente de que muchas personas ya nacen con gran parte de su adolescencia escrita. Si tu padre o madre es médico, seguramente te tires estudiando los mejores años de tu juventud en la facultad de medicina. En cuanto a tu entorno cultural, está claro que no es lo mismo nacer en australia que en españa (digo australia porque al ser nuestras antípodas puedo enfatizar la diferencia que hay), en españa puedes ver fútbol australiano por la tele, me temo que en australia no pongan la liga española. Y, precisamente, en cuanto a la televisión, parece que la influencia que sobre nuestras vidas tiene es innegable. Te dice lo que debes y no debes, te recuerda que es lo malo y que es lo bueno, que está de moda y que no, y sobre todo te recuerda que antes de las campanadas vienen los cuartos...
Me pregunto si mis fines han cambiado desde que tenía 20 años hasta ahora que tengo 30. La sensación que tengo es que no. No voy a negar que a veces he utilizado medios un poco dudosos para conseguir mis fines, pero mis fines no han cambiado en absoluto. Es en esta década de la vida de uno en la que parece, por imposición cultural, que tienes que hacer más locuras para finalizar asentando la cabeza. Cada uno va a su velocidad, evidentemente; yo voy lento hasta en las rectas, despacio en las curvas, y me dejo caer en las bajadas.
La verdad, no se si realmente me sentaría bien volver a ser un bebé, ni incluso un adolescente quinceañero que acaba de descubrir a Nirvana y quiere ser como Kurt Cobain. Pero no me importaria volver a tener 20 años, porque de todos modos mis fines seguirían siendo los mismos... quizás cambiaría los medios para conseguirlos, o quizás no.

P.D. a la persona que lea esto le mando mil besos desde mi galaxia. your comments will be apreciated...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos intentamos tener un fin, algo por lo que levantarse cada día, ya sea amor, profesión o simplemente tomar un café al sol y tener una charla sobre la vida...yo que estoy metida en el caos de la oposición intentando tener una meta pues ni te cuento..llegas a preguntarte si de veras kieres "eso" en tu vida.
Yo te mando mil besos elevado a infinito.
PD no volvería a los 20
LUV
Sister

Anónimo dijo...

hola mi wapito!!! realmente volverias a los 20?? pasar otra vez por todo?? yo nunca volveria atrás aunq tuviera los mismos fines en mi vida..
Me ha encantado leerte..
mil millones de besosssssss