Y más tarde aprendió a escuchar, y aprendió que la vida no era sólo acción, sino también muchas sensaciones más. El hecho de simplemente pensar en la existencia ya es un paso, de mirarse a un espejo y reconocerse, de grabarte tu propia voz y poder decir que ese eres tú y no otro. Todo eso te coloca en tu lugar, en tu sitio privilegiado, desde donde puedes cambiar a tu antojo el porvenir, el futuro, lo que está por llegar y aún no existe, las infinitas posibilidades resumidas en sólo una. A eso debemos llegar, a la certeza de que hemos hecho todo lo posible para alcanzar la meta. Meta que habremos de simplificar y reducir lo máximo posible, para no encontrarnos en una situación de desesperanza. No cumplir los objetivos sería fatal. 
Si me encojo de hombros podría parecer que no entiendo lo que está
pasando, o también podría parecer que no me quiero involucrar en lo que
está ocurriendo, o también (lo más probable en mi caso), podría parecer
que me duele y molesta mi hombro, y por eso me encojo y mi postura no es
la ideal.
Esa conciencia global o memoria genética tiene, a mi entender, un nombre claro y conciso: cultura. Es el factor diferencial entre el animal, el salvaje y el ser humano. Cultura y ser humano son todo uno, indivisibles e inseparables.
Lo asombroso es y debe ser lo cotidiano, porque cuando esa cotidianeidad sea vulgar, predecible y aburrida, entonces, apaga y vámonos. Hace poco, muy poco, leí que esta virtud o esa pasión por no parar de asombrarnos, es propia de los filósof@s y de los niñ@s. Cierto es que ya no pertenezco al segundo grupo, pero sí que me acerco al primero, ya que tengo un papel que dice que he estudiado algo relacionado con el amor a la sabiduría, pero sobre todo porque mi capacidad de asombro no descansa, no disminuye, es más, crece y crece, y espero que así siga siendo por el resto de mis días.
Todas las noches pienso y pienso en lo distinto, lo diferente que podemos llegar a ser los seres humanos. Y concluyo que la fractura es abismal.. casi casi no se ve el fondo. Este divorcio intelectual, emocional y animal es la razón por la cual se dice eso que: "cada uno es de su padre y su madre". Eso, llevado al extremo, me ha pasado hoy, pero, en fin, tb me ha dado pie a escribir estas líneas, estos bytes de información, que están redactados de este modo y no de otro, y que quiero compartir con vosotros y no con otros, a esta hora, en este momento, y con estos prejuicios y no otros.
BEAR - The Antlers
Estoy totalmente de acuerdo cuando se dice que "mens sana in corpore sano". Últimamente estoy padeciendo todo lo contrario a lo que propone esa afirmación, es decir, mi mente no ayuda a mi cuerpo a mejorar, a sentirse mejor. Mi mente está llena de ideas, llena de obstáculos que no permiten a mi parte física, a mi parte torpe, a dar todo lo que debería dar. Me siento apagado en muchos sentidos y desganado en muchos otros. Sintomático es sin duda la gran cantidad de horas de sueño que acumulo en las últimas semanas; impropio de mi y lo que me lleva a pensar que algo está cambiando...
Ser o sentirse ignorado es la sensación de sorpresa que nos queda después de no obtener respuesta ante un estímulo. Y bien, tras la explicación pseudo-científica, habrá que entrar en detalles... o quizá ignorarlos y seguir adelante, con lo cual iremos acumulando, cual camello, el rencor y la ira. Sentirse empequeñecido es algo propio de este sentimiento, es como si nadie te viera, como si tus mensajes no los leyera nadie (fueran al limbo de los mensajes..), como si fueras transparente, y por un instante, sólo por un instante nos hacemos uno con la naturaleza y volvemos a lo que (no) fuimos una vez.... nada.
Efectivamente hay cosas con las que no podemos pasar pero, que a la vez, nos repugnan. Y, en estos casos, ¿qué hacer? Seguramente dejarnos llevar por la racionalidad humana y un poco por el instinto, y pensar que las cosas son porque son, y que se repiten una y otra vez. Últimamente se repiten muchas cosas en mi vida y eso hace que las vea como "normales", ante lo cual pienso que me estoy volviendo viejo. En cuanto las cosas, los hechos, las situaciones, nos dejan de sorprender y de conmover, es que nos estamos haciendo mayores, demasiado... y de eso pretendo escapar... si acaso escribiendo sobre ello pueda, quizás, coger unos segundos de ventaja.. vitales y suficientes para darle esquinazo al tiempo.. a las manecillas del reloj, al discurrir de los días, de las horas... como si nada. Y como si algo fuera a sorprendernos es como quiero estar, no de lo otra manera, no, de esa no, pero de la otra sí... I hate you but I love you... (talkin' about time...always the time...).
En cosas triviales me fijo yo, sí, y en las no triviales también. Una de las situaciones que no nos suelen gustar es la de preguntar a alguien que trabaja en cualquier sitio acerca de lo que buscamos; ¿que por qué no preguntamos? está claro, después de tantas malas, desganadas, poco útiles respuestas, nos decantamos por fiarnos de nuestro instinto o bien dejarnos llevar por nuestra inconsciencia. En fín, que no debería ser noticia, pero lo es cuando nos encontramos con alguien amable, simpático, empático y efectivo en su trabajo. Da un poco de pena, pero este mundo no está hecho ni preparado para amabilidades ni empatías. Desde luego que no.
wake up...
En realidad es lo más habitual, que todo salga al revés... reniego de esa esclavitud impuesta por la sociedad capitalista, reniego de cualquier tipo de servidumbre, reniego de tener que reir las gracias no graciosas.. la vida es y debería ser algo más importante que todo eso.. no sabemos lo que tenemos, eso sin duda, y sobre todo, en estos instantes, no sabemos cómo usarlo. A veces no viene mal un sopapo en la cara, de esos con la mano abierta, de los que joden más que duelen. ¡Qué bonito sería vivir del ingenio de uno! Pero el ingenio no está ahí sin más, esperando a que suene el despertador, el ingenio hay que "trabajárselo".... ¡qué ironía! será que, precisamente, los genios no trabajan, sólo ingenian... pues de eso se trata, de vivir al revés...
