"A veces resulta imposible conocer la verdad, pero pienso que con un pequeño esfuerzo por parte de todos llegaríamos a nuestro ansiado fin. ¿Llegará Kang a conocer la verdad algún día? Y una vez conocida, ¿tendré tiempo para compartirla con vosotros?"
Hoy conduciendo mi nave espacial por la autovía, y en pleno atasco veraniego, me percato de que un pequeño perrito vagaba como alma en pena por el arcén izquierdo, corriendo en el mismo sentido del tráfico. Los conductores de delante mía le abrían la puerta invitándole a entrar: nada, ni caso. El perrito seguía un rumbo fijo en busca de algún olor amigo. Justo detrás mía, una furgoneta de esas grandes, repleta de personas, toallas y flotadores, de donde se baja una chica en chanclas y se pone a correr detrás del perro, mientras yo miro por el retrovisor. Cuando se dispone a coger al perrito, éste le suelta un gruñido y la quiere morder.
Moraleja: a veces es mejor dejar que cada uno recorra su camino libremente. Ya habrá tiempo para rectificar...
1 comentario:
Es verdad, pobre perro. Es como cuando estás tajado perdido y te quieren quitar la copa. Dejarlo disfrutar, hombre.
¿cómo tienes el hombro?
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